Si las organizaciones educativas pudieran incorporar como parte de su trabajo el potenciar el conocimiento y manejo de las emociones con el apoyo de las artes y la música, un mejor vínculo emocional y social podrían lograr nuestros estudiantes y no solo ellos, sino, toda la comunidad educativa.

Hoy podemos hablar sobre un aspecto técnico educativo que la música y las artes incorporan sin darnos cuenta en la educación social que estamos desarrollando en nuestros niños, niñas y adolescentes.
Sabemos que no se quieren mantener o aumentar las horas de artes y música a los niños, por el contrario las quieren disminuir.

Por otro lado, trabajar en educación es convivir con el malestar, en tanto observamos en directo las distintas dificultades y diferencias familiares, personales cognitivas, sociales, adaptativas que nos presentan nuestros estudiantes y sus entornos. Al mismo tiempo, desempeñarse en un establecimiento educativo como especialistas, docentes, o asistentes de educación es también, incorporar y aplicar las normas sociales e institucionales que hacen funcionar a una organización educativa, ya sea con protocolos, normas, reglamentos, en fin.

Pues bien he aquí lo interesante. Pensemos que cada vez que un estudiante comete una falta ya sea grave o leve es casi indiscutible que se la aplicará una sanción, cierto. Ahora bien. Si esos estudiantes recibieran más horas de clases desde las artes y la música, probablemente sus comportamientos tendrían más lugar y espacio para canalizar las expresiones de las emociones, sentimientos, necesidades, etc. Entonces todo esto hace pensar qué mientras más clases de artes y música tengan nuestros estudiantes, podemos decir que su vínculo y relación a las instituciones u organizaciones educativas, cambia, y hace que tenga también una mejor relación con todo el equipo educativo.

¿Qué hace pensar esto?. La emocionalidad, las emociones. Es decir, comprender, entender, conocer y lograr manejar las emociones, hace que las personas puedan cambiar su modo ver las cosas, y ¿dónde podemos darnos cuenta de estos cambios?, en la subjetividad de las personas. Esa subjetividad cambia cuando ya no vemos como antes a esa persona, o a ese tema, o a esa situación en particular, nos volvemos a encontrar con eso, pero lo vemos desde otra mirada.

El aporte de las artes y la música al desarrollo social y personal de los estudiantes se transforma en un elemento clave del desarrollo de nuestras sociedades, pues ayuda y aporta a que las emociones cumplan un papel importante en el mejoramiento de los vínculos sociales.